¿QUIERES CORRER MÁS RAPIDO?
En el mundo amateur, que es donde nos desenvolvemos la mayoría, a menudo nos pasa que por más días que salimos a correr y por más series que hacemos, no conseguimos arañarle ninguna décima al cronómetro. Y si encima nos “picamos” con nosotros mismos y salimos más a menudo o hacemos más series o kilómetros de los que debemos, ya tenemos el caldo de cultivo perfecto para que aparezcan lesiones.
El primer consejo importante, que parece obvio pero que no muchos prestan atención, es tener una buena técnica de carrera. Solemos pensar que para correr simplemente hacen falta unas zapatillas y lanzarnos a la calle, pero como cualquier otra disciplina deportiva tiene su técnica, esto es, la manera mejor y más eficiente de realizar la actividad, prevenir lesiones y, de paso, optimizar nuestro nivel para correr más rápido. Para todo ello el consejo ideal es el de contratar los servicios de un entrenador de atletismo que nos enseñe a correr, nos observe y corrija los vicios adquiridos y nos mande ejercicios para automatizar ciertos gestos que son clave. Puede que sea el dinero mejor invertido si deseas progresar.
El segundo punto en el que queremos incidir es en el trabajo de fuerza. Sencillamente diremos que cuanto más fuertes estén tus piernas, más rápido vas a empujar y, por tanto, más rápido vas a correr. Suele ser un trabajo que no gusta tanto pero que es muy efectivo, por lo que quizá si salimos a correr demasiados días podamos valorar el sustituir alguno por el trabajo de fuerza en el gimnasio. Ojo, que si odiamos el gimnasio se pueden realizar en el parque o incluso en casa como veremos en el siguiente post.
Seguidamente, aunque nosotros no somos entrenadores ni licenciados en actividad física y el deporte, estamos habituados a trabajar con deportistas, desde amateurs hasta deportistas de alto rendimiento y élite, el siguiente consejo es hacer entrenamientos de calidad. Esto significa que no todo es hacer kilómetros y más kilómetros, sino que a veces es más efectivo “correr menos y más rápido”. Todo ello además nos ayudará a no acumular tanta carga de trabajo y por tanto servirá como método preventivo para que no aparezcan lesiones. Obviamente, contratar los servicios de un experto en el tema, que planifique nuestros entrenamientos y nuestros días de descanso (un entrenador o licenciado en actividad física y del deporte) nos ayudará enormemente.
Por último, lo que conocemos como “entrenamiento invisible” y que siempre estamos cansados de escuchar, pero no por ello está falto de razón. Descansa, lleva una alimentación lo más saludable posible, hidrátate bien y, si lo necesitas, ves periódicamente al fisio aunque no tengas lesión alguna para que tus piernas estén frescas y soporten sin problema los entrenamientos a los que te enfrentes.
