La Pirámide

La pirámide de Pilates

24.08.16
Publicado en: Pilates
Etiquetas: ejercicio Pilates

   En todas las rutinas de ejercicio, o metodologías de ejercicio que practiquemos, siempre hay algunos que nos gustan más y otros que nos gustan menos. Por lo general aquellos que nos gustan menos suelen ser los que más esfuerzo nos exigen, o menos se adaptan a nuestros puntos fuertes físicos. Así que cuando escuchamos su nombre, y sabemos que toca hacerlo, solo queremos que se acabe cuanto antes. 

   En todos los años que llevamos impartiendo pilates, uno de los ejercicios más odiados por la mayoría de los alumnos es “La Pirámide”. Y si es así, es por que tiene que ser bueno.

   Todos aquellos que solo ven este ejercicio como una sucesión de posturas raras, en las que nunca encajamos bien la respiración y que incluye los temidos “fondos”, atentos, ya que vamos a explicar por que es un ejercicio tan recomendable.

   Y es que es tan bueno, por que en cada repetición que hacemos de la pirámide trabajamos un montón de cosas. Trabaja la flexibilidad de la cadena muscular posterior del cuerpo, la estabilidad y el equilibrio, los abdominales, la movilización articular de columna y pelvis y tonifica la maldita parte posterior de los brazos o el pecho según hagamos el fondo de una forma u otra. Vamos, se podría decir que es el “Brad Pitt” de los ejercicios de Pilates: lo tiene casi todo.

 

   Pero, aunque está muy bien todo este rollo, si nunca has aprendido este ejercicio estarás pensando: ¿cómo se hace?. Pues vamos a ello.

 

   Partimos de una posición inicial en bipedestación, o dicho en cristiano, de pie. De ahí iniciamos una flexión de caderas y de la columna en general, lentamente y parte por parte, trabajando la movilidad y flexibilidad de articulaciones vertebrales o de la pelvis. Como tenemos que intentar llegar lo más abajo que podamos con las rodillas extendidas, también estamos flexibilizando la musculatura posterior de todo el miembro inferior. 

 

  

 

   Al pasar de la anterior posición a la que vemos en la siguiente imagen, tenemos que intentar hacerlo de la manera más estable posible, sin balancear nuestro cuerpo como si fuéramos de trapo. Esto lo haremos avanzando a pasos con las manos, los menos y más largos posibles, manteniendo el tronco estable con el trabajo de los abdominales y cargando el peso en el brazo apoyado en cada momento. Si lo intentamos, estaremos trabajando el equilibrio, mejorando la estabilidad, el reparto de pesos, los brazos y los abdominales. ¡Casi nada!. Además, si mantenemos la posición de la plancha que ves en la imagen durante unos segundos, estaremos ejercitando un poco más el abdomen.

 

 

   Ahora realizamos la postura que le da nombre al ejercicio: La pirámide. Trabaja la flexibilización de la cadena posterior muscular del cuerpo, de la musculatura anterior de hombro y pecho y movilización de todas las articulaciones de las citadas partes del cuerpo. Además tendremos una estupenda foto de perfil. Volveríamos a pasar a la posición anterior a la pirámide con todos los beneficios que hemos explicado antes. De nuevo, si mantenemos unos segundos la posición, estaremos volviendo de acero nuestros abdominales. 

 

  

 

   Aquí viene la parte que menos gusta a muchas personas. La flexión de codos comunmente conocida como "fondos". Podemos elegir hacerlo con los brazos pegados al cuerpo, más difícil, y trabajaremos tríceps, o con los brazos separados, más llevadero, y estaremos incidiendo más en el pectoral. ¿Qué si puedes combinar las dos formas en diferentes repeticiones? ¡Claro! Y también puedes hacerlo cantando y ganarás un plus de felicidad. Es muy importante hacerlo con el tronco recto y estable y para ello solo has de bajar hasta donde puedas controlar el tronco. No te harás daño en la espalda y seguirás trabajando abdominales.

 

 

 

 

   Ya solo queda la vuelta a la posición inicial deshaciendo el camino y habrás completado una repetición. Además, cuando controles el ejercicio, si aumentas la velocidad y disminuyes el tiempo de reposo estarás trabajando algo de cardio también.

 

   Bueno, parece que la pirámide no es tan mala como la pintan. ¡Sabemos que estás deseando probarla!. Lo ideal sería que alguien que sabe hacerla y sabe como enseñarte a hacerla te guiara. Si al principio no sale del todo bien,es cuestión de práctica y si algo duele, entonces haz más fácil esa parte. Pero insistimos en que lo ideal es que aprendas estos ejercicios controlada por alguien que los conozca.

   No olvides que si quieres aprender este ejercicio y muchos más, y hacerlos controlad@ por un monitor cualificado y fisioterapeuta, puedes venir a nuestras clases de pilates en FisioRetiro.

 

   Queremos agradecer a nuestra super modelo Asunción su colaboración para ilustrar este post con su magnífica pirámide. ¡Gracias!